1. Amor por nosotros y por lo que hacemos.
2. Respeto por sí mismo y por los demás.
3. Tolerancia emocional para el fortalecimiento de las relaciones interpersonales.
4. Responsabilidad frente a nuestros actos.
5. Solidaridad para apoyar al otro.
6. Espiritualidad, colocando a Dios como fuerza suprema y fuente de inspiración.